No todo es blanco o negro en la ciencia, hay muchos grises a considerar en los factores que pueden incidir en el rendimiento motor o deportivo….las zapatillas de running son una más .
Tanto maximalistas como minimalistas tienen sus pro y contra. Por ejemplo un runner amateur probablemente no se beneficie en nada de las zapatillas con placa de carbono, en cambio un elite (ritmos cercanos a 3 min*km) si se verá beneficiado.
Algo que está muy claro, el calzado poco flexible afecta la morfología, la función y la economía del movimiento. Así como ninguna Zapatilla de running de ninguna manera previene lesiones. Recordemos algunas cosas: El pie es un verdadero sensor kinestésico, el cual debe ser lo sufucuentemente flexible para adaptarse a las superficies y lo suficientemente rígido para favorecer la propulsión. Entonces, ¿qué pasará en las siguientes situaciones?
Quizás la respuesta de muchos es que la zapatilla de arriba podría afectar alguna función del pie, pero que sin duda alguna ¡previene lesiones!. Una de las creencias más comunes (MITO) entre los corredores es que las zapatillas de running con amortiguación (a veces muy grande) reducen el impacto y previenen lesiones. Quizás muchos se verán sorprendidos por lo que les diré, pero se ha encontrado que las zapatillas con “amortiguación” INCREMENTA la carga de impacto cuando corres, si como lo lees. El año 2018, Kulmala et al, en su estudio “Running in highly cushioned shoes increases leg stiffness and amplifies impact loading” encontraron que el impacto al correr termina siendo mayor mientras más alta es la zapatilla. Y muchos otros estudios han concluido que una zapatilla no es un factor relevante para prevenir lesiones (las que realmente no se pueden prevenir).
Y no solo pasa esto, como puedes ver en la imagen superior, una zapatilla maximalista, puede en alguien no preparado para su uso, terminar teniendo un efecto contraproducente, aumentando el costo metabólico al correr, afectando directamente la economía de la carrera.
Mi recomendación es que aprovechemos los recursos naturales que tenemos, como el sóleo, gastrocnemios y la facia plantar, verdaderos (y tremendos) amortiguadores. Y junto a esto, conociendo la evidencia, cada quien decide que zapatillas le gustan más.
Bibliografía:
Logical fallacies in the running shoe debate: let the evidence guide prescription. Napier and Willy (2018).
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Holowka, N. B., Wallace, I. J., & Lieberman, D. E. (2018). Foot strength and stiffness are related to footwear use in a comparison of minimally-vs. conventionally-shod populations. Scientific reports, 8(1), 1-12.
Moore, I. S. (2016). Is there an economical running technique? A review of modifiable biomechanical factors affecting running economy. Sports Medicine, 46(6), 793-807.
Kulmala, J. P., Kosonen, J., Nurminen, J., & Avela, J. (2018). Running in highly cushioned shoes increases leg stiffness and amplifies impact loading. Scientific reports, 8(1), 1-7.
Hoogkamer, W., Kipp, S., Frank, J. H., Farina, E. M., Luo, G., & Kram, R. (2018). A comparison of the energetic cost of running in marathon racing shoes. Sports Medicine, 48(4), 1009-1019.
Takahashi, K. Z., Gross, M. T., Van Werkhoven, H., Piazza, S. J., & Sawicki, G. S. (2016). Adding stiffness to the foot modulates soleus force-velocity behaviour during human walking. Scientific reports, 6(1), 1-11.
